El día que conseguí trabajo en Venecia sin querer

Cuando planeaba qué hacer en Venecia durante mi visita, trabajar nunca hizo parte de mi lista. ¿Quién se espera eso cuando simplemente vas a conocer un lugar en modo vacaciones? De cualquier forma y sin querer queriendo uno de los momentos más curiosos que recuerdo de la visita a la ciudad de las góndolas es el día en que hice las veces de asistente de fotografía… Gratis.

En un día veraniego salimos a recorrer Venecia a pie, en mi opinión la mejor forma de conocer una ciudad. Ya habíamos estado previamente en Milán (un lugar perfecto para llegar a Italia por los precios baratos de los vuelos) y Florencia, también caminando como locos, así que los pies ya empezaban a quejarse por el ajetreo. Sin embargo cuando estás en un lugar tan único como Venecia casi que ni hay tiempo para quejarse de cansancio, cada callejón y cada puente te roban la mirada, independientemente de su natural deterioro o su belleza.

En la famosa Plaza de San Marcos mi impresión llegó a su punto más alto. Una plaza que es mucho más que eso por la cantidad de detalles, la arquitectura, la historia y el ambiente que encierra.

Después de haberla recorrida toda y de haber tomado mil y una fotos nos fuimos en dirección al agua, en donde una espectacular vista de la Basílica de San Giorgio Maggiore nos esperaba para dejarnos descansar.

Basílica de San Giorgio Maggiore

Mientras estábamos sentados en uno de los pequeños muelles de madera, alguien con acento italiano en su inglés se acercó pidiéndonos el favor de movernos porque necesitaba hacer unas fotos. Un fotógrafo con todos sus accesorios encima y con una espectacular pareja de novios detrás, buscaba el mejor fondo para inmortalizar el especial momento de los recién casados.

El fotógrafo, a falta de manos extra y con la necesidad de utilizar sus accesorios se fijó en mi notable pinta de experto (sarcasmo 100%) y me pidió que le ayudara.

Fotografía en Venecia

Durante unos 15 minutos tuve mi primer trabajo como asistente de fotografía. No recibí dinero a cambio, pero me llevé en el bolsillo las palabras de agradecimiento de los protagonistas y una bonita experiencia más para recordar cortesía de Italia, esta vez en Venecia, probablemente la ciudad más romántica del país de la Pizza y el Amore.

¿Te gustó esta historia? ¿Haz estado en una situación similar? ¿Tal vez has visitado Venecia?

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